lunes, 21 de agosto de 2017

Ciclismo de Montaña (MTB): Tipos de bicicletas


A la hora de elegir una bicicleta de montaña mucha gente se guía por patrones como la marca, el tamaño de la rueda, el grupo del cambio y desviador o el material del cuadro. Sin embargo, al igual que sucede cuando se va a comprar un coche o un ordenador, uno de los detalles que conviene tener en cuenta es el tipo de uso se que se le va a dar.

No todas las bicicletas de montaña son iguales. Existen en el mercado diferentes tipologías, cada una de ellas enfocada a un tipo de uso concreto. Cuatro son las más frecuentes: trail, descenso, cross country (o XC) y enduro. Aquí te contamos en qué consisten, en qué se diferencian y cuál es la que mejor se ajusta en función del uso que vayas a darle a tu mountain bike.


Bicicletas de trail: Es la modalidad más común de bicicletas de montaña. Se trata de bicicletas diseñadas para hacer lo mismo que las de carretera, pero por tramos no asfaltados: rodar. No están pensadas para una tipología concreta de tramo, sino que sirven para todo: pistas forestales, caminos de tierra, tramos pedregosos, sendas de monte… E incluso un poquito de asfalto.  Por eso se las conoce también como all mountain.


Las bicicletas de trail son las que utilizan la mayoría de aficionados al mountain bike cuando salen a hacer rutas y marchas tanto en solitario como en clubes, ya que están orientadas para un uso recreativo. Por norma general suelen ser rígidas, con un recorrido de horquilla bajo (120mm a 140mm), aunque últimamente se están poniendo de moda las de doble suspensión, que empiezan a cobrar protagonismo. Su principal característica es que buscan la comodidad del biker en largas jornadas encima de la bicicleta, por encima de la velocidad o la maniobrabilidad.

Para iniciarse en el mountain bike, salvo que tengas muy claro que quieres hacer descensos, rallies o pruebas de cierta dificultad técnicas, lo más recomendable es comenzar por una bicicleta de trail.

Bicicletas de descenso: Estas bicicletas están orientas para un único uso: descender a toda velocidad una colina, una pista o un tramo urbano de escaleras. Son bicicletas de competición que se utilizan en las pruebas de Downhill. Pueden ser de doble suspensión o rígidas, con un recorrido de amortiguación muy amplio.

Una característica destacable de estas bicicletas es son extremadamente rígidas. Están construidas para soportar golpes y caídas a gran velocidad. En cuanto a su diseño, el sillín suele colocarse en la posición más baja posible, con un ángulo de reclinación hacia atrás. Esto es así debido a que, durante el descenso, la mayor parte del tiempo el biker va levantado.

Al estar pensadas para una funcionalidad muy específica, como es el descenso a gran velocidad, las bicicletas de downhill no tienen muchas opciones de desarrollo. Es habitual que el cuadro sea de tipo sloping, es decir, que el tubo horizontal tenga una caída angular para bajar el centro de gravedad y hacer la bicicleta más maniobrable.

Bicicletas de Cross Country: También conocidas como bicicletas para rally o XC. El cross country es una modalidad de competición donde los bikers tienen que atravesar tramos de montaña a gran velocidad. No suele haber grandes descensos. Al contrario, los trazados tienen a ser llanos o en subida con obstáculos como zonas de piedras, rampas, terrenos embarrados o pistas que escoden dificultades técnicas.


En estas bicicletas la geometría es mayoritariamente rígida, con horquillas de muy poco recorrido de suspensión. Lo que le diferencia de las trail es que no buscan la comodidad en la rodada, sino la velocidad. Por eso las ruedas que se emplean son de 29″. De hecho, las mountain bike de XC son las que han puesto de moda este tamaño de llanta.

Otra diferencia con respecto a las bicicletas de trail es que emplean componentes muy ligeros, como la fibra de carbono, para aligerar la carga de peso y facilitar una pedalada más rápida. También utilizan cambios y desviadores de accionamiento más ágil, lo que evidentemente redunda en un precio mayor.

Bicicletas de enduro: El enduro es una disciplina que combina la exigencia técnica del downhill con la resistencia del trail. Es decir, que son bicicletas pensadas para subir y bajar pero, sobre todo, para divertirse. Las bicicletas de enduro son un paso intermedio entre las mountain bike de trail y las de cross country.


Si lo que buscas es hacer rutas por caminos y senderos de montaña con amplios desniveles, una bicicleta de enduro es la mejor elección. Utilizan suspensiones de amplio recorrido (hasta 180mm) y tijas telescópicas que se adaptan al pedaleo en diferentes situaciones (subidas, descensos, saltos…).


A veces se confunden las bicicletas de enduro con las de trail e incluso con las de XC. La diferencia se encuentra en la geometría, las ruedas y, principalmente, el recorrido de la horquilla. Las de XC son más ligeras y están pensadas para tramos de subida. Las de trail son bicicletas para llanear por pistas forestales en largas distancias, mientras que las de enduro buscan un mayor disfrute en trazados que alternan desniveles y bajadas con exigencias técnicas (sortear rocas, giros cerrados, saltos, etc.).

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